Una de las acciones clave para mejorar la provisión de asistencia sanitaria es trabajar directamente con los miembros de la comunidad en los problemas que afectan a su bienestar.

La OMS ha señalado que la participación de la comunidad es fundamental para cualquier estrategia que aborde los objetivos sanitarios. Nuestro último evento para clientes reunió a organizaciones sanitarias de todo el Reino Unido, como la Care Inspectorate y la Care Quality Commission (CQC), que compartieron su experiencia en el aprovechamiento de las plataformas de participación comunitaria para conectar mejor con los residentes. Sus ideas nos han inspirado para compartir con todos ustedes las conclusiones del evento.

Aquí tienes 5 maneras de optimizar la participación de la comunidad en el sector sanitario:

1. Basar tu proyecto en experiencias vividas

¿Quién conoce mejor los éxitos y las carencias de los servicios sanitarios que quienes están directamente implicados? Invierte tiempo en hablar y trabajar en colaboración con quienes tienen experiencia de primera mano, tanto de la comunidad como de los servicios sanitarios. Puedes consultar a profesionales del sector, voluntarios, cuidadores y pacientes. Tras identificar a estos miembros de la comunidad, considera cómo vas a conectar con ellos. Por ejemplo, puedes consultar a los miembros de tu comunidad a través de encuestas, talleres o deliberaciones, y al combinar elementos virtuales y presenciales podrás llegar a un público más amplio.

“Durante la pandemia, nuestra plataforma de participación en línea resultó realmente útil para conectar con la gente y diversificar la forma en que nos relacionamos con nuestra comunidad”.

The Care for Quality Commission

Un enfoque mixto, online y offline, es también una buena alternativa ahora que algunas de las medidas contra el COVID-19 han empezado a remitir. En última instancia, mantener estas conversaciones te permitirá conocer mejor a la comunidad a la que sirves, sus necesidades sanitarias específicas y los recursos de que dispones.

2. Celebrar debates en grupo entre las distintas partes interesadas

La mejor manera de comprender las necesidades de la comunidad es obtener las aportaciones de una amplia gama de sus miembros. Asegúrate de no mantener conversaciones aisladas con un solo grupo, sino de implicar a varias partes interesadas en debates colectivos. Cada participante vendrá con su propio conocimiento de base y conjunto de habilidades, lo que ayudará a generar más ideas.

Hay muchas maneras de fomentar estos debates en grupo. Además de organizar grandes sesiones plenarias, considera la posibilidad de utilizar salas de reunión y de decidir a quién incluyes en cada grupo para asegurarte de que la voz de todos está bien representada. Para complementar esto, puedes utilizar encuestas, pedir opiniones sobre lo que hay que priorizar o compartir las ideas de tu programa actual para que se comenten. A medida que la gente comparta sus experiencias y escuche las de los demás, estas conversaciones inclusivas crearán respeto y comprensión mutuos, lo que en última instancia conducirá a una mayor colaboración y a reforzar los vínculos entre la comunidad y sus servicios sanitarios.

3. Compartir opiniones e ideas

No se trata sólo de implicar a tu comunidad en la fase de debate, sino también en la definición y aplicación de una solución. Compartir los conocimientos adquiridos en iniciativas anteriores puede servir de punto de referencia para los nuevos debates sobre los planes que se tienen para mejorar la atención sanitaria. Al comunicar de forma transparente los aprendizajes y pedir opiniones al respecto, crearás un sentimiento de pertenencia compartida y de compromiso con la salud de la comunidad de cara al futuro.

4. Establecer prioridades y fijar plazos

Dado que no podrás abordar todas las necesidades sanitarias de la comunidad a la vez, empieza por hacer una lista de los problemas más urgentes e identifica las prioridades. Para calificar lo más urgente, considera la posibilidad de establecer criterios para determinar tus prioridades. Por ejemplo, puedes optar por calificar la gravedad y la urgencia de un problema, la disponibilidad de recursos o si estás abordando una causa fundamental. En la medida de lo posible, alinea tus prioridades con las de la comunidad y establece plazos para rendir cuentas de los avances. Estos esfuerzos conducirán a un mayor consenso y confianza de los miembros de tu comunidad.

5. Colaborar en los futuros cambios de normas y políticas

El funcionamiento diario de tus servicios de salud puede tener un impacto positivo al involucrar a tu comunidad, pero también se obtienen muchos beneficios al colaborar con otros expertos y profesionales de la salud. La colaboración de los profesionales de la salud permite optimizar los estándares de información sanitaria, incluidos los métodos, protocolos y terminologías. Esta ideación también es clave para intercambiar ideas sobre las evaluaciones de las tecnologías sanitarias y para fundamentar las decisiones políticas que afectan a la comunidad en general. Los elementos sociales, económicos, organizativos y éticos de la evaluación son ideales para que los miembros de la comunidad y los profesionales sanitarios aporten sus comentarios en colaboración.

Compromiso comunitario para transformar la asistencia sanitaria

La participación activa de los miembros de la comunidad es la base para construir sistemas sanitarios sostenibles, eficientes y resistentes. La participación de la comunidad creará entendimiento y respeto mutuos, fortaleciendo el vínculo entre tu comunidad y los servicios sanitarios. Esto conducirá a una apropiación compartida y a un compromiso con la salud, optimizando no sólo sus prácticas diarias sino también abordando objetivos sanitarios globales más amplios.