En los últimos años, se ha producido un cambio en los gobiernos de arriba a abajo, a tipos de gobiernos organizados de manera horizontal. Esta nueva corriente política, incluye en su proceso de toma de decisiones a todas las partes implicadas en los proyectos de política pública, tales como: las organizaciones públicas, las empresas y los ciudadanos. Es relevante fomentar el compromiso y la participación ciudadana para tomar decisiones efectivas.

Por ejemplo, las ciudades aprovechan la sabiduría de sus ciudadanos/as mediante iniciativas de participación ciudadana. La idea detrás del compromiso ciudadano es que los ciudadanos/as deben tener algún poder sobre las decisiones que afectan a sus vidas. Y aunque los términos suelen utilizarse indistintamente, el compromiso ciudadano no es lo mismo que la participación ciudadana.

Compromiso Ciudadano vs. Participación Ciudadana

Ambos conceptos pueden parecer similares, pero tienen diferentes puntos de vista sobre el papel que deben desempeñar los ciudadanos/as. La principal diferencia es que el compromiso ciudadano requiere un diálogo activo e intencional entre los ciudadanos y los responsables de las decisiones públicas, mientras que la participación ciudadana puede venir sólo de los ciudadanos.

Municipalidades vs. ciudadanos/as

El compromiso y la participación de los ciudadanos/as tienen el mismo objetivo: mejorar la prestación de servicios públicos y los proyectos de políticas.

Sin embargo, no son iniciados por los mismos actores. El compromiso ciudadano es una iniciativa de arriba hacia abajo y es instaurada por un organismo gubernamental como una ciudad o un pueblo. Los funcionarios de la ciudad son los que alientan a los ciudadanos a debatir, evaluar las políticas y contribuir a los proyectos. Por el contrario, la participación ciudadana proviene de los propios ciudadanos y, por lo tanto, es una
iniciativa de abajo hacia arriba.

Formal vs. informal

Con el compromiso ciudadano, las ciudades involucran a los ciudadanos/as en el proceso de toma de decisiones de las políticas públicas. Para ello, deben proporcionarles herramientas para consultar y acceder a la información pública, debatir con los representantes elegidos y supervisar la ejecución de los proyectos.

En consecuencia, si una ciudad pretende comprometerse con sus ciudadanos, debe integrar este compromiso en toda su estrategia de gobierno. Sólo entonces, el compromiso ciudadano se convierte en un procedimiento formalizado y delimitado por las normas establecidas por la ciudad.

La participación ciudadana es un instrumento clave para que los ciudadanos expresen sus opiniones sobre las políticas públicas, pero es un proceso bastante informal. No requiere que la ciudad establezca normas oficiales, ya que no es su responsabilidad. Sin embargo, al ser no oficial, no puede aplicarse a todos los proyectos de políticas. Por ejemplo, es difícil aplicarlo a políticas más amplias como el presupuesto participativo, que requiere un mayor nivel de inclusión y concienciación.

Comienza con el Compromiso Ciudadano

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