Encuesta, recopilación de ideas, presupuestos participativos… cuando se lanza un proyecto de participación ciudadana, hay muchas opciones de dónde elegir.

Una encuesta ofrecerá diferentes respuestas y llegará a diferentes audiencias que un simple voto o un presupuesto participativo – por lo tanto, es crucial elegir la opción que mejor se ajuste a tu objetivo. A continuación se presenta una lista de los principales métodos de participación que hemos probado y aprobado después de trabajar con más de 125 ciudades y municipios en Bélgica y en el resto del mundo.

Esta entrada del blog es un extracto de nuestra guía gratuita . 6 métodos de consulta en línea.


? Encuestas: una forma fácil de medir la opinión de los ciudadanos sobre un tema definido

Las encuestas son probablemente el tipo de participación ciudadana de menor esfuerzo y de alcance más bajo. Implica poner un tema específico a debatir, predefinir las posibles respuestas y dejar que los ciudadanos escojan su opción preferida. Este tema no tiene que ser necesariamente parte de un proyecto o campaña general. Las encuestas o los votos refuerzan la legitimidad al garantizar que la mayoría de los habitantes apoyan los proyectos. Los resultados de la votación no son necesariamente vinculantes: algunas ciudades lo contrarrestan con otros factores como el precio o la huella ecológica.

Es rápido, fácil, puede hacerse digitalmente, e incluso puede incluir opciones binarias. Dicho esto, los sondeos dejan poco margen para los matices y se supone que principalmente deben medir la opinión pública en general sobre un determinado tema.

Esta es una opción a considerar si:

  • La ciudad tiene una pregunta o tema específico en mente que le gustaría presentar a sus ciudadanos/as;
  • Esta pregunta inicial puede hacerse de manera neutral para no influir en las respuestas que se darán;
  • La ciudad explica claramente a los ciudadanos/as como se tomará en cuenta el voto, ¿dictará completamente la elección de la ciudad?
  • La ciudad debe tener un rápido sentido de dirección y comprensión de la opinión pública en general;

Un ejemplo práctico: La ciudad de Kortrijk ha lanzado una encuesta para decidir la instauración de un domingo sin coches al mes. El caso ha recibido mucha atención de los medios de comunicación, ya que se permite votar a ciudadanos/as de tan sólo 16 años (mientras que la edad oficial para votar en Bélgica es de 18 años).

? Encuestas en línea: recolección de información detallada y matizada

Las encuestas dan a las ciudades la opción de sondear a los ciudadanos sobre temas específicos de una manera más completa que la de votar. Por ejemplo, permite la jerarquización de propuestas, preguntas de opción múltiple, preguntas demográficas… En conjunto con la votación, la encuesta es muy útil para comprender cómo varían las prioridades de los ciudadanos/as según su ubicación, edad o ingresos.

Las encuestas pueden dar resultados más precisos, pero también tienen un costo. En primer lugar, la investigación no es colaborativa y/o abierta. En segundo lugar, la forma en que se realiza la encuesta y la forma en que se almacenan y utilizan los datos debe ser estrictamente controlada. También es importante tener en cuenta que cuanto más larga sea la encuesta, mayor será la tasa de abandono. Además, las tasas de participación en las encuestas suelen ser inferiores a las de las votaciones, debido al mayor tiempo que requieren de los ciudadanos/as.

Esta es una opción a considerar si:
  • Quieres saber mejor lo que piensan los ciudadanos;
  • No hay otra forma de recopilar esta información (¿hay otra fuente de datos que pueda utilizarse? ¿Ha habido una investigación similar en el pasado?);
  • La información recogida es necesaria para ayudar realmente a la toma de decisiones (¿utilizará la ciudad toda la información recogida? ¿Cómo? ¿Se está reuniendo la información para fundamentar la adopción de decisiones o para justificarla?).

Un ejemplo práctico: la ciudad de Arlon utilizó una encuesta para sondear a sus ciudadanos sobre el proyecto Leopold Space. Las preguntas abiertas proporcionaron retroalimentación y nuevas ideas. Ahora que ha recogido ideas, la ciudad está consiguiendo que los ciudadanos voten por las que deben ser implementadas.

?Presupuestos participativos: incluir a los ciudadanos y a las asociaciones en la asignación de una parte del presupuesto municipal

Los presupuestos participativos son un instrumento muy poderoso para la participación, ya que involucran directamente a los ciudadanos/as en el proceso de asignación de los presupuestos municipales. Los ciudadanos/as eligen los proyectos en los que creen que la ciudad debe invertir, utilizando el dinero de un fondo especialmente asignado. Algunas ciudades piden a los ciudadanos que dividan el presupuesto entre varios escenarios, otras comienzan con un proceso de ideación al que seguirá una fase de análisis y presupuestación.

Este tipo de consulta es muy educativo, ya que permite a los ciudadanos/as proyectarse en el ejercicio presupuestario y comprender sus limitaciones; por ejemplo, si deciden asignar el 60% de su presupuesto a un determinado proyecto, aceptan reducir la financiación de otros proyectos. Este ejercicio contribuye a reforzar la legitimidad de la toma de decisiones y a aumentar el apoyo de los ciudadanos/as a las políticas públicas.

La asignación del presupuesto puede ser, por supuesto, una cuestión delicada. Para las ciudades que desean restringir la participación, existen programas informáticos de autenticación (como ItMe en Bélgica o FranceConnect en Francia) para garantizar que cada usuario corresponde a una persona física residente en el municipio.

Esta es una opción a considerar si:
  • Los funcionarios elegidos desean sensibilizar a los ciudadanos/as sobre los procesos de gestión municipal;
  • Las condiciones para la implementación del presupuesto participativo son claras;
  • Los proyectos propuestos por la ciudad son factibles, y realmente hay un presupuesto para asignar;
  • La ciudad busca priorizar varios proyectos y asignar un presupuesto en lugar de elegir un proyecto entre varias opciones.

Un ejemplo práctico: La ciudad de Rueil ha establecido recientemente un presupuesto participativo en su plataforma ciudadana. Ha pedido a los ciudadanos que propongan proyectos que serán presupuestados y luego votados, distribuyendo el presupuesto desde un carrito de compras virtual. Los ciudadanos/as podrán poner tantos proyectos en su cesta como el presupuesto lo permita.

? Recopilación de ideas: ayudando a que surjan nuevas soluciones

También llamado “proceso de ideación”, es una forma de que las ciudades y pueblos se dirijan a los ciudadanos para obtener nuevas ideas sobre temas predefinidos. La recolección de ideas es un proceso más complejo que una simple votación y requiere una mayor participación de los ciudadanos/as. Como resultado, las tasas de participación tienden a ser inferiores a las de las votaciones, pero también pueden dar lugar a contribuciones cualitativas y a la aparición de nuevas soluciones.

Una vez completada la fase de ideación, las ciudades suelen pasar por una fase de análisis y una fase de votación: después de haber recogido las ideas, la administración las procesa y las somete al voto de los ciudadanos/as. Es importante que las ciudades estructuren el debate: es preferible definir los temas sobre los que la ciudad consulta a sus ciudadanos (clima, movilidad, educación…) y tener claro qué criterios se utilizarán para seleccionar las ideas

Esta es una opción a considerar si:

  • Los funcionarios elegidos quieren sacar nuevas soluciones e investigar lo que sus ciudadanos/as priorizan.
  • La calidad de las contribuciones importa más que su cantidad.
  • Hay un plan claro para procesar y seleccionar las ideas, y las ciudades lo comunican a los ciudadanos/as.
  • La administración se compromete a proporcionar retroalimentación sobre las ideas presentadas por los ciudadanos, y se toma las contribuciones en serio.
  • The administration is committed to providing feedback on the ideas submitted by citizens, and takes the contributions seriously.

Un ejemplo práctico: El Grand Paris Sud utilizó este proceso para recoger nuevas ideas de sus habitantes sobre tres áreas de su plan estratégico: el ciclismo, el medio ambiente y la cultura. La ciudad se centra ahora en convertir estas ideas en proyectos reales.

? Propuestas ciudadanas: permitir a los ciudadanos/as compartir sus propias ideas fuera de los proyectos de participación

A medida que los ciudadanos/as se van empoderando progresivamente, el cambio liderado por los mismos va en aumento en todas partes. Las propuestas ciudadanas son una forma continua de participación de abajo hacia arriba que no encaja con las limitaciones de un calendario o ciclo de políticas específico. Los ciudadanos o los movimientos de base pueden escribir sus planes o sugerencias para el gobierno en cualquier momento, sobre cualquier tema, y reunir apoyo para sus declaraciones, principalmente mediante la recogida de firmas. Si alcanzan un cierto límite (que fue establecido por el gobierno con antelación), se supone que reciben una respuesta oficial.

Este tipo de método de participación permite a los ciudadanos/as abordar los temas que les interesan e iniciar un debate estructurado, al tiempo que ofrece a los gobiernos una forma de mantener el control. En el caso de las Propuestas Ciudadanas, los ciudadanos/as establecen la agenda, pero los gobiernos pueden fácilmente hacer un seguimiento de los asuntos que los ciudadanos consideran importantes y ajustar sus estrategias en consecuencia. La función de Propuestas Ciudadanas fue lanzada recientemente en las plataformas del CitizenLab.

Esta es una opción a considerar si:

  • La ciudad pretende construir un diálogo continuo con sus ciudadanos, fuera de los ciclos políticos, los plazos o los marcos de los proyectos;
  • La ciudad quiere obtener una visión de lo que los ciudadanos encuentran importante;
  • Existen criterios claros de elegibilidad que gestionan las expectativas y definen las iniciativas que requieren acción.

A practical example: A famous (Belgian) example of a successful citizen initiative stems from 2005, when the Doof Actie Front (Deaf Action Front) gathered over 71,330 signatures in favour of the official recognition of Flemish Sign Language. In 2006, their wish was granted.

? Asambleas de ciudadanos: pidiendo a los ciudadanos que deliberen sobre temas y posibles acciones

Una Asamblea de Ciudadanos es un grupo representativo de ciudadanos/as (que representa a la mayor parte de la población en términos de edad, etnia, nivel de educación, ubicación geográfica y género) al que se le pide que se reúna, aprenda sobre un determinado tema y formule una recomendación de política para el gobierno. En la primera fase, se introduce a esos ciudadanos/as a la materia en cuestión mediante conversaciones con grupos de interés, interesados/as y expertos/as que compiten entre sí. Gradualmente pasan a la fase de deliberación, que implica debates en pequeños grupos o discusiones más amplias y generales. Se supone que la asamblea de ciudadanos concluye con una recomendación política clara para la administración.

Al aprovechar la inteligencia colectiva de un grupo diverso de ciudadanos/as, el sistema de asambleas de ciudadanos tiene el potencial de abrir debates congelados o polarizados. Además, ofrece a los ciudadanos/as una forma de obtener una visión más profunda de las complejidades de la formulación de políticas, y a los gobiernos un camino claro hacia adelante que sea (ojalá) apoyado por la mayoría de la población en general.

Esta es una opción a considerar si:

  • La ciudad está dispuesta a establecer asambleas y a implementar las recomendaciones de políticas;
  • La ciudad busca la manera de abrir debates difíciles o polarizados de manera constructiva;
  • Los ciudadanos/as en la asamblea reciben información suficiente y relevante para una deliberación valiosa;
  • Los ciudadanos/as seleccionados para la asamblea representan a la población general.

Un ejemplo práctico: La región de habla alemana de Bélgica ha creado recientemente un consejo permanente de ciudadanos. 24 ciudadanos de habla alemana elegidos al azar ofrecen a los funcionarios asesoramiento, sobre qué asuntos son importantes y qué asunto requiere una asamblea de ciudadanos. En este modelo de Ostbelgien, los responsables tradicionales tienen la última palabra, pero a los ciudadanos/as se les permite presentar la agenda.


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