En CitizenLab, creemos que la combinación de oportunidades de participación sincrónica y asincrónica es lo que hace que los procesos sean más cualitativos. Antes de que el Covid sacudiera el mundo, estas oportunidades sincrónicas se daban generalmente fuera de línea.

Las sesiones de participación pública, los ayuntamientos, los grupos de discusión y los paneles de ciudadanos fueron organizados casi en su totalidad como eventos presenciales. Sin embargo, el año pasado nos ha demostrado que podemos -y debemos– reconsiderarlo.

Cómo la tecnología ha potenciado los talleres

Ante las primeras medidas de bloqueo y distanciamiento social de la pandemia, desarrollamos nuestro método de talleres en línea: una herramienta para organizar debates online profundos y en directo. Subiendo en la escala de la participación comunitaria, desde simples encuestas hasta un diálogo más constructivo -incluyendo elementos interactivos como la votación y la recopilación de ideas en tiempo real-, podrás establecer relaciones y confianza con los miembros de tu comunidad de forma virtual. 

Aunque estos talleres no deberían reemplazar a todos los debates en persona, sí que permiten organizar discusiones más frecuentes y abiertas a quienes tradicionalmente quedarían excluidos de los eventos en persona, como los padres trabajadores. Además, permiten llegar a un mayor número de personas y tomar mejores decisiones basadas en datos. 

Lo que hemos aprendido hasta ahora 

Transcurridos más de 500 talleres, hemos aprendido mucho sobre cómo organizar buenas –y malas– reuniones de participación en línea. Algunas de las lecciones aprendidas son:

  • El 87% de los talleres tienen como objetivo obtener soluciones compartidas. El 13% restante se centra en identificar con mayor claridad las necesidades de la comunidad.
  • El 70% de los talleres forman parte de un proceso de participación más amplio, lo que significa que ha habido, y habrá, otras fases de participación y oportunidades para comprometerse con el mismo tema.
  • En el 36% de los talleres se ha hablado de movilidad. Dado que CitizenLab colabora mayoritariamente con los gobiernos locales, no es de extrañar que este sea el campo de interés más popular para los residentes. La planificación espacial y el clima comparten el protagonismo como segundo tema más popular. 
  • Los talleres de tipo Diamante y de intercambio de información (véase más adelante) constituyen el 80% de nuestros talleres. También se han organizado encuestas y sesiones de aprendizaje interactivas con la herramienta de talleres.

¿Qué significa esto para ti?

¿Tienes curiosidad por saber cómo los talleres pueden apoyar tus propias iniciativas de participación ciudadana? Aquí están los principales tipos de talleres que se han implementado en nuestra plataforma, y lo que han logrado. 

1. Lluvia de ideas e identificación de soluciones

visualization of a diamond model for an online workshop

Un taller en línea es el formato ideal que permite reunir a diferentes personas para deliberar sobre uno o varios temas. El modelo Diamante para talleres guía la discusión de un taller hacia una conclusión compartida. Por lo general, esto ocurre en tres pasos:

  • En primer lugar, los participantes proponen ideas u opciones para una solución.
  • A continuación, todos los participantes evalúan las soluciones propuestas votándolas.
  • Por último, se discuten las mejores opciones y se llega a una conclusión sobre los siguientes pasos.

Ejemplo: La ciudad de Hillerod (Dinamarca) ha involucrado a sus habitantes en un proyecto de reurbanización. En primer lugar, presentaron los planes e invitaron a los residentes a dar su opinión. A continuación, respondieron a lo que decían los residentes. Como puede verse en la siguiente captura de pantalla, el taller estaba bien estructurado: se dividió en 7 fases para que todo el mundo supiera claramente qué esperar y cuándo. Esta transparencia disminuye el riesgo de que un participante se apropie de la reunión sólo con su opinión, y ayuda a mantener la fluidez del proceso.

timeline showing different steps in an online workshop with the CitizenLab platform

2. Compartir información

El primer paso en la escalera de la participación, y un requisito previo para la participación cualitativa, es un buen intercambio de información. Todo el mundo tiene que entender en qué consiste el proceso de participación antes de participar. Esto es especialmente importante para los grupos de residentes que suelen quedar al margen de los procesos de participación, incluidos los jóvenes.

Ejemplo: El INJUV, Instituto Nacional de la Juventud de Chile, lleva varios años con su Programa Creamos. El Programa Creamos está dirigido a jóvenes de entre 15 y 29 años que están motivados para crear cambios a pequeña o mediana escala proponiendo ideas innovadoras para problemas que afectan a una comunidad. Han utilizado nuestra herramienta de talleres online para informar a sus jóvenes participantes sobre cómo rellenar una solicitud y escalar su solución. Gracias al uso de salas de descanso personalizadas, han podido involucrar a más de 300 participantes al mismo tiempo.

3. Afinar las ideas mediante encuestas

A menudo, un proceso Diamante (como el descrito anteriormente) se extiende a lo largo de unas cuantas sesiones y fases de participación. Sin embargo, a veces es necesario tener una idea rápida de lo que piensa la comunidad, es necesario tomar una decisión, o se quiere hacer el taller más interactivo – el uso de encuestas es muy útil en estos casos. Aunque las encuestas pueden utilizarse para tomar decisiones de forma eficaz, es importante recordar que es mejor aplicarlas como parte de un proceso de participación más amplio para permitir una mayor interacción a otros niveles. 

Ejemplo: La ciudad de Zottegem (Bélgica) ha consultado a sus habitantes sobre un nuevo plan de movilidad. Organizaron varios talleres para identificar los atascos y las oportunidades. Nuestra estructura de talleres les permitió dividir su plan de movilidad en subtemas, como el ciclismo, con encuestas sobre cuestiones relacionadas con las carencias previamente identificadas. Al utilizar las encuestas en esta fase, pudieron recoger datos útiles para seguir desarrollando los puntos de su plan.

4. Aprendizaje interactivo

La herramienta del taller también puede utilizarse para enseñar nuevas habilidades o explicar con más detalle un concepto complicado a varios tipos de interesados. Este estilo interactivo, con varias oportunidades para involucrar a su audiencia, contribuye a conocer a las personas y donde están en términos del estilo de aprendizaje – si prefieren escuchar, participar en los debates, o proporcionar contribuciones escritas.  

Ejemplo: La ciudad de Dongen (Países Bajos) organizó un taller interno sobre el “Día de los Datos de los Ingresos” para aumentar la concienciación interna y el conocimiento de la situación financiera de la ciudad. Incluso incluyeron pequeños concursos para mantener a todos comprometidos.

Compromiso con la comunidad en el siguiente nivel 

Sabemos que no existe un estilo de participación que sirva para todo. De hecho, los proyectos de participación comunitaria más sólidos ofrecen múltiples oportunidades y estilos de participación. Los talleres virtuales ayudan a satisfacer esta necesidad al permitir conversaciones en vivo, interactivas e íntimas sobre los temas que más importan a su ciudad y a sus residentes. El futuro de la participación comunitaria se ha alejado de la posibilidad de deliberar únicamente en reuniones presenciales, y herramientas como nuestra función de talleres permiten ahora conocer a los residentes allí donde se encuentran.